"Un editor no se hace editor por dinero"
- Santiago de Compostela, Antía Reino
- 14 dic 2017
- 6 Min. de lectura
Juan Mariñas comienza su carrera como editor para defender los derechos de los escritores

En un momento en el que todo el mundo habla de “la crisis del papel” y de los grandes problemas que tienen las editoriales, ¿por qué un escritor afianzado ya con cinco novelas en el mercado, decide arriesgarse creando su propia editorial? “Para tratar con justicia al autor, como creo que se merece, tanto en lo económico como en lo personal”, son las primeras palabras que salen de la boca de Juan Mariñas, escritor, editor y fundador de Lautana Editorial. ¿Acaso otras no lo hacen?, ¿Qué diferencia a esta editorial de todas las demás? Y, entonces, ¿Por qué su última novela no está publicada en Lautana Editorial? Muchas preguntas, que Mariñas accede a responder sin reparos y siempre acompañado de un aura de optimismo. Él, que ha publicado arropado por editoriales y de forma independiente, que ha creado la suya propia y que ha editado ya tres libros en esta, nos “destripa” el mundo editorial, lo que muchas veces no vemos, o lo que sabemos pero no se dice.
Breve pero intenso recorrido
No, no es un galleguismo, ni aparece en el diccionario: Lautana es un acrónimo que une los nombres de Laura y Aitana, las dos hijas de Juan Mariñas. Con este nombre tan particular, se forma una editorial muy particular. Se creó oficialmente el 19 de mayo de este año y en septiembre anunciaron que ya contaban con cuatro autores que publicarían con ellos. El 2 de noviembre se presentó en A Coruña el primero de ellos, de María Suárez, que no sólo debutó como escritora y sino que también estrenó esta nueva editorial, con su libro de relatos Soñando con Cala. El segundo libro no se hizo esperar, y a finales del mismo mes Jorge Borrajo Prego publicó La empresa explicada a jóvenes de todas las edades, otro debutante con gran experiencia en el mundo de la contabilidad. Y la variedad de los autores entre sí quedó más que patente con la publicación del poemario trilingüe (castellano, gallego e inglés) Over the fall, de Ronsel Pan.

Mariñas espera que para después del verano de 2018 ya haya seis o siete autores, que le permitan mantener a flote la editorial y costear los gastos que supondría la edición para E-Book y Amazon. El principal motivo por el que no quiso publicar su última novela en Lautana fue precisamente ese: que su libro sí está disponible en formato digital. Al no poder ofrecerles ese servicio a sus autores, no le parecía “justo”, palabra que es todo un mantra para el escritor coruñés, que él si dispusiera de ese servicio y los demás no. Aunque nos confirma que sus próximas obras sí estarán ya bajo la firma Lautana Editorial, porque cuenta con tardar unos dos años en volver a publicar, tiempo que considera suficiente para sacar adelante la editorial.
Rompiendo las reglas
Sólo en Galicia hay 462 editoriales activas de todo tipo, según los datos ofrecidos por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte, y durante el año 2016 se publicaron más de 2000 títulos. Los blogs y posts en redes sociales continúan aumentando diariamente de forma incalculable como nueva vía de comunicación y transmisión para los escritores. Cómo destacar entre este mar de letras es un secreto que pocos conocen y aprender a apreciar un buen libro entre tanta página suelta no es fácil, pero con esfuerzo y dedicación por parte de editor y autor, se consigue. Pero, por encima de todo, lo más importane para Juan Mariñas es dejar que “el autor haga lo que de verdad quiere y siente”. La libertad es el gran lema de su editorial porque ha aprendido de sus errores y quiere darle a sus autores más de lo que le dieron a él en su momento.
Tiene claro cuáles son los tres pilares bajo los que se tiene que sustentar Lautana Editorial: equiparar lo que gana el autor a lo que gana el librero; ser transparente en las cuentas, es decir, explicarle al autor los costes de todo el proceso; y no “atar” a sus autores a la editorial. Con este último punto está especialmente sensibilizado y dice que “es una barbaridad que los autores firmen contratos, y yo mismo lo he hecho, de cesión de derechos de diez años: eso es una condena”. Incluso cinco le parecerían demasiado. Por eso, sus contratos por los derechos de autor de Lautana son de dos años, en vez de los diez habituales, pudiendo renovarlo luego anualmente si el autor así lo desea.
Si una puerta se cierra...
Sus libros han sido publicados bajo cuatro nombres editoriales, dos de ellos de autoedición. Empezó con InÉditor con su primera novela En un lugar de Irlanda, que obtuvo una buena acogida y ahora desde la distancia afirma que fue “una experiencia positiva”, aunque no muy convencido. Probablemente porque ha tenido que esperar diez años desde su publicación en 2008 para recuperar los derechos de su obra. Su intención, una vez devueltos los derechos, es realizar una traducción al inglés, especialmente por la gente que conoció durante su estancia en Irlanda y que todavía están deseando leer su novela. Y después de esta primera publicación llegó la trilogía de Piel de Salitre, Migas de Pan y El olor de su silencio, las dos primeras en Espacio Cultural Editores. La última y su recién estrenada novela de relatos Alguien que te quiera han sido autoeditadas en Ediciones Ende y Uno Editorial respectivamente.

De modo que, por su experiencia, puede apreciar bien las ventajas y desventajas de publicar de una u otra forma, aunque responda con un gallego “depende”. Porque no nos gusta meter a todo el mundo en el mismo saco. Pero para Mariñas lo peor es que “el escritor tiene que andar a expensas de lo que diga el editor”, es decir, que si hay algo que no le gusta de tu obra, vas a tener que cambiarlo para que le guste y a veces puede contribuir a mejorarla y otras sentirás que te están cortando las alas. Pero la autoedición tampoco es un camino fácil, y reconoce que la prensa suele fijarse menos en aquellas publicaciones independientes porque parece algo más informal, aunque el proceso de creación sea el mismo. Lo que aporta la autoedición es la libertad plena del escritor, lo que le permite actuar “con la convicción de que lo que hace es lo que quiere”. Y Mariñas, sintiéndose frustrado con esa falta de libertad en las editoriales y con la dificultad que supone autoeditar un libro, decidió crear una editorial que mezclase lo mejor de ambos modelos. Pero, como con los demás, también hay aquí un inconveniente: la distribución. Porque otra particularidad de Lautana es que apuestan por el trato personal con los libreros para controlar mejor su venta, en vez de dedicarse a desperdigar las obras por el máximo terreno posible. El problema de este método es que, al ser una editorial recién nacida, no todos los libreros están dispuestos a depositar su confianza en algo que no conocen porque los riesgos que se corren son muy altos para un sector que no está pasando por su mejor momento. Aún así, Juan es el positivismo personificado y no se queda parado si se le cierra una puerta, porque ya habrá otras que se abran.
Aprender del error es un acierto
Todavía es pronto para ver si a largo plazo será viable, se conforma con no obtener pérdidas porque “un editor, no se hace editor para ganar dinero, o no debería, lo hace para sacar a gente que cree que merece estar publicado”. Disfruta en su rol de escritor, pero también en el de editor, leyendo los manuscritos que le envían y descubriendo a grandes autores a los que ayudar a cumplir el sueño de ver su obra publicada. Mima a sus autores porque siente un profundo respeto por el conocimiento y el tiempo que cada uno de ellos aporta en sus creaciones, y porque él a veces se sintió utilizado, aunque le cueste confesarlo. Especialmente por los porcentajes que se manejan, que eran del 6% o del 10%, mientras que Lautana ofrece un 30%, pudiendo llegar al 45% en algunos casos. Pero admite que para los editores también es un riesgo apostar por un escritor. Gracias a su comienzo en editoriales lo pudo conocer mucha más gente y no habría aprendido todo lo que rodea al mundo editorial para ahora tener la suya propia y poder proteger mejor sus libros. Como siempre, le saca el lado bueno a todo y dice que “es un beneficio económico por una parte para el editor, y de conocimiento para el autor, yo creo que hay que enfocarlo así”.
lusionado con este nuevo proyecto entre manos, Mariñas continúa presentando los libros de sus autores en distintos puntos de Galicia, apoyándolos como mejor sabe y con humildad. No sabe qué le depara el futuro, ni si cambiará la forma de llevar la editorial. Al menos por el momento disfruta repartiendo ilusión, ayudando a sacar a la luz a autores escondidos como María Suárez, que sólo tiene palabras de agradecimiento por la oportunidad que le han dado. Ahora en Galicia habrá una nueva editorial, que no se conformará con ser un número más.
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